viernes, 28 de diciembre de 2012

Estoy cansada de buscarte y de poner todas mis energías en lograr entrar en tu mundo. Estoy cansada de ser siempre yo la que busque escuchar tu voz para encontrar la calma, de descubrirte cada vez que puedo. Estoy cansada de aguantarme las ganas de llenarte a besos, de intentar simular que tan solo te quiero como un amigo... aunque cada día funcione menos. Estoy cansada de intentar entenderte y que tu ni te molestes en hacerlo. Estoy cansada de engañarme pensando que simplemente ocurre que quieres y sientes de una manera distinta a la mía, solo para obligarme a seguir intentándolo. Estoy tan pero tan cansada de estar sola...

Algún día será tarde. No te quejes después.
El otro día le conté a una amiga de esa época negra... como suelo decirle, en que estuve tan mal. Le conté de esa depresión tan profunda en la que estuve, de esos eternos días en que ni se me pasaba por la mente salir de mi pieza, menos del gran abismo en el que estaba. Me sorprendió cuando me dijo: "No te imagino así, con depresión, triste.." Quedaron dando vuelta en mi sus palabras, y no deje de preguntarme realmente cual era la imagen que daba al resto de mí, siendo que dentro de la imagen que tengo de mi misma el ser depresiva es algo que esta instalado desde hace mucho. Pensando, me di cuenta que realmente ella conoce de mi solo un par de facetas, especialmente esa feliz, que constantemente intenta sacar lo positivo de todo lo que ocurre, aprender y ayudar a quien pueda.
Es increíble la cantidad de facetas que tenemos, y como podemos ser tan distintos con algunas personas. Nos cuesta demasiado mostrar el interior, lo que realmente somos, esa versión de nosotros que esta compuesto por un poquito de cada una de esa caretas que utilizamos a diario. Cuesta tanto hacerlo, y creo que esta dificultad tiene que ver un poco con el hecho de que no nos gusta ver eso que esta dentro de nosotros, no nos gusta y es difícil aceptar de que estamos hechos. Tal vez si miráramos más a menudo a nuestro interior, enfrentando lo que realmente somos, no se haría tan incomodo y tenderíamos a acostumbrarnos con el tiempo, y así de a poco sacar eso real a los demás.
Cansa vivir de caretas, vivir actuando ante los demás esa imagen lo más cercano al ideal que hay en nuestra mente de lo que debiéramos ser. Porque asumamoslo, a pesar de que actuamos un papel a propia voluntad, ni ese papel es a la perfección lo que realmente esperamos mostrarle al resto que "somos". Cansa vivir de caretas, con el miedo constante a que si alguien descubre lo que realmente somos, nos rechace. Es una falta de amor propio, si nos quisiéramos no temeríamos minuto a minuto que alguien nos rechazará..

Creo que son tan pocas las personas con las que me muestro tal cual, y es con las que de algún modo siento que algo dentro conecta y se hace más fácil leernos las dejo entrar hasta aquí. Leernos más allá de las palabras, entendiendo ese no se que entre lineas, que no es necesario decir, comprendiendo las miradas sin temer a equivocarse.
Pensando y pensando, llegue a una conclusión. O quizás más que eso, descubrí algo nuevo de mí, algo que no se que tan bueno sea. Entre más lo conozco  y más logro entender que es lo que me gusta, empiezo a darme cuenta de como es que funciono. Ahora que lo pienso, desde que lo conocí, esa extraña relación entre ambos ha sido un espejo que me ha mostrado en demasiadas ocasiones cosas que no quise ver..

Pensando me di cuenta que siempre me interesa, me atrapan personas que están rotas. Que están inconclusas, que sienten que han fallado, que tienen una doble careta tan marcada, personas que no están bien... que están viciadas en su mundo interno. Y me lleno de ganas de entrar en su mundo, y ayudar en lo que pueda... me esfuerzo en hacer todo lo posible por ayudarlos a cambiar eso. Es como si viviera para cambiarlos... y se que eso esta mal, ayudar esta bien, querer cambiarlos no... está mal, sobre todo por que no lo lograré, ya lo intente una vez y salí tan mal parada. Escudándome con la excusa de que el amor todo lo podía, entregue hasta lo ultimo a un gran precio, con intereses que aun pago, y no lo conseguí .. nada conseguí más que una serie de fantasmas gratuitos en mi vida que aun no logro espantar.

Pensando y pensando, me pregunto si esta bien quedarme en este lugar. Pienso que mi ingenuidad de hace tiempo ya no esta, y ahora cuento con tantas cosas que he aprendido... no estoy como en ese tiempo, y no se si realmente esas ansias por querer cambiarlo a mi gusto de hace unos años, sean las mismas que las de ahora, pero me asusta la idea de pensar que caigo en lo mismo, y que sigo repitiendo ese patrón algo enfermo. También me he planteado la idea, de que tal vez, no es algo malo, y simplemente así soy... es mi esencia el ayudar al que me rodea, y como no hacerlo con mis ganas enfatizadas en quien tanto me interesa. Ir contra mi esencia, eso si que sería enfermo...

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Había estado relativamente tranquila, dentro de lo que es posible para mi, claro. Estoy con toda la ansiedad del mundo, y para variar, comiendo todo lo que encuentre para ver si algo disminuye. Tengo un nudo en la garganta, y una sensación tan extraña en el estomago.

Un día y un par de horas faltan para rendir un examen, que al menos para mi es tan ridículo  pero lamentablemente importante. Digo ridículo, ya que de ni un modo logra evaluar estos 4 años de esfuerzo. Me llega a resultar cómico que en 3 preguntas se pretenda evaluar lo que aprendimos luego de leer altos y altos de libros, de redactar tantos trabajos e informes, de realizar esos atractivos y obviamente entretenidos resúmenes (impactante ver cuantos hice durante estos años jajajaja), y eso, mencionando solo el típico conocimiento repetitivo que año trás año se entrega, porque donde dejamos todas esas ideas surgidas en la espontaneidad de las clases? Solo de algunas clases,  pues vale mencionar que son muy pocos los profesores que rescato durante estos años con la facultad para fomentar ese surgimiento de ideas, opiniones, criticas (los que por cierto, recordaré con mucho cariño) ... 4 años burdamente evaluados en un examen de 3 preguntas, ¿no que el hecho de haber llegado hasta aquí ya debiese ser la prueba fehaciente de que lo hicimos "bien"? y por cierto, ¿donde queda todo eso que aprendimos no en libros ni en clases? Creo que durante estos últimos 4 años gracias a la carrera aprendí más que en todos los años anteriores... Aprendí a conocerme, a re-conocerme de una manera tan distinta, aprendí a conocer a quienes me rodean y logre entender en gran parte porque actúan de la forma en que lo hacen, y aquí es cuando me doy cuenta de que la razón por la cual decidí estudiar esta carrera se cumplió. Ahora entiendo el mundo un poquito más.

Independiente de la nota que obtenga por mi desempeño en ese examen, creo que estar en este punto, verme y recordar hace 4 años atrás como era, recordar el proceso y darme cuenta de lo aprendido es la mejor recompensa a todo el esfuerzo.

Éxito a todos con quienes compartí durante estos cuatro años, somos bastantes los que rendimos el examen este viernes e independiente de los resultados, ojala logren rescatar lo realmente importante de todo lo vivido.

miércoles, 19 de diciembre de 2012


Hay tantas cosas que me gustaría decirte, que siempre he querido que escuches. Pero lo pienso bien, y creo que si escucharas en este momento todo, sería una perdida d tiempo, volvería a escucharte como aquella vez… en que tomamos distancia, esa vez donde más bien tú te marchaste…
Lo pienso bien, y necesito hablar contigo, pero con esa parte de ti que sueles esconder a diario, con ese que no muestras y que en pocas ocasiones he estado… El que no teme mostrarse vulnerable, el que no teme pedirme ayuda, el que puede reconocer que en el fondo no se siente el mejor en todo, el que reconoce sus fantasmas, sus defectos… Con ese que de un momento a otro se deshace de sus defensas y puede simplemente ser…
Necesito que conectemos de nuevo de esa forma tan particular, que hablemos y ocurra esa magia de que todo lo que nos rodea simplemente desaparezca, y solo importe esa distancia entre tú y yo, que poco a poco va desapareciendo…
Te diría tantas cosas. Te diría que tiendo a idealizarte... que en verdad tiendo hacerlo con todo aquel que ha logrado causar ruido dentro de mí, y que la verdad, han sido muy pocos… Tiendo a idealizarte porque en ti veo todo eso que he buscado, porque lo encontré sin necesariamente tener una relación… porque me hace tan bien tenerte cerca aunque sea como amigo, o algo similar… no sé si sea esa la palabra. Cuando estas cerca de mí, me encuentro riendo sola, siento un extraño y no común equilibrio dentro de mi… una alegría tan particular, y es que hay cierta complicidad mucho tiempo juntos…
Debo admitir que no eres cualquier persona para mí. Tal vez yo lo sea para ti, pero para mí eres alguien especial. De una extraña forma removiste cosas dentro de mí que me hicieron aprender muchas cosas. Creo que desde que nos conocimos hace más de un año, hasta ahora he cambiado mucho. Me hiciste ver partes de mí que ignoraba y que debía cambiar… Sé que no fue tu intención para nada, pero así fue… Y así te transformaste en alguien a quien difícilmente olvidaré.
Me haces bien, como te dije el otro día. Me haces bien de una forma tan particular. Entre más estoy cerca de ti, mejor me haces. El problema es cuando después de pasar muchos días, muchos momentos junto a ti, y de repente ya no estas… algo duele aquí dentro, y no logro comprender bien de que se trata. Y es como si ese amor que me provocas se transformará por completo, entre más te ausentas, más te odio… y más rabia me da, si es que siento que arrancas, que me evitas.

domingo, 16 de diciembre de 2012


Siempre ocurre lo mismo, y no entiendo porque. Cuando realmente alguien me interesa, cosa que no ha pasado muy a menudo en mi vida, se termina alejando, me evita, desaparece. Cuando por fin acepto que siento algo, y que podría arriesgarme a pesar del miedo, cuando por fin tomo la decisión de bajar toda mis defensas, esas que construí hace un tiempo… desaparece.
¿Sera acaso que siempre termino haciendo algo mal? A veces simplemente pienso que debo seguir sola.. no puede ser coincidencia que la historia siempre termine por repetirse.