sábado, 12 de marzo de 2011

Hace harto que no escribía, pero en realidad mucho no ha cambiado, más de lo mismo.. simplemente sigo aprendiendo.

Hace unos días mi pequeño hermano entro al colegio, creo que en realidad ya no esta tan pequeño jajaja.. recuerdo cuando tenía tan solo días de vida y era tan pequeñito que no sabía como tomarlo, tan frágil, sentía que lo podía romper si no me movía con el suficiente cuidado. Pasaron los años y fue creciendo, esta enorme. Recuerdo que cuando cumplió un poco más de un año, me pasaba tardes enteras ayudándolo para que aprendiera a caminar, jajaja.. el dolor de espalda por andar agachada con el peque era de aquellos, pero la satisfacción cuando de pronto de mis brazos se movió y siguió en pie, caminando lentito, es algo que siempre recordaré. Mi pequeñito, apartir de sus primeros pasos para la familia fue la gran alegría, y claro, para no nosotros todo era tan "normal". No fue hasta los 4 años que empezamos a notar diferencias por comentarios externos, 4 años y no hablaba, ahí comenzó la visita a una lista interminable de especialistas. Todos con diferentes diagnósticos, Asperger, Autista, y otros, que simplemente era normal, y solo debíamos esperar. Cual fuese el diagnostico, lo que a mi más me perturbaba era el hecho de que no hablaba, algo tan importante...
Se logró conseguir la oportunidad de un diagnostico multidisciplinario, con los mejores especialistas de país, el cual, permitiría que mi hermanito pudiese asistir a estas escuelas de lenguaje que hoy en día se han instaurado, escuelas de necesidades especiales, aunque más bien les cambiaría el nombre, para mi son, capacidades especiales.
Hace unos meses ese famoso diagnostico salio, y fue Autismo. Una etiqueta que brindan los especialistas con una carga que la sociedad le ha entregado tan grande.
Mi hermano es distinto, no es como la gran mayoría de las personas, desde que lo vi la primera vez en esta vida, lo supe, pero no sabía que esa diferencia conllevaría una etiqueta con ese peso. Es aun pequeño pero se que es especial, siempre lo supe. Especial, pero no inferior.
Se que ve el mundo de una manera distinta, de una manera radicalmente distinta. Y entre más lo pienso, más entiendo porque él, llego a mi familia, a la mía y no a otra. Llego al lugar indicado, con las personas indicadas, que serían capaces de entenderlo, y de ayudarlo en este lugar, a desarrollarse por completo, y por sobre todo a cumplir la misión por la que lo enviaron aquí.