lunes, 26 de noviembre de 2012


Hoy, fue la última sesión con una de mis pacientes. Natalia, y como una de mis primeras víctimas de mi inexperticia pero buenas intenciones por ayudar, creo que nunca la olvidaré. “Una de mis pacientes” que lindo suena eso… creo que sin duda nací para estudiar Psicología y estar en eso, en tardes como la de hoy se afirma esa convicción. Puede ser un poco contradictorio decir esto, cuando estoy escribiendo esto para evitar terminar una monografía que debo entregar mañana a primera hora como examén, pero es que de verdad, cuesta describir esa satisfacción y felicidad cuando alguien después de largos dos meses, con toda la energía sesión tras sesión termina un proceso en que la acompañaste, un proceso que a su término la lleva a estar mejor.  LA vez llegar sesión a sesión con menos ansiedad, con más energía, con una sonrisa que al principio no veías, la vez llegando a ese objetivo que pensaste establecer en un principio y que tu pedante y narciso profesor supervisor creyó imposible de cumplir, por el poco tiempo, la inexperticia y quien sabe, tal vez influyo su manía de mirar en menos las capacidades de los demás.
Maravilloso es escuchar que logro sin que se lo platearas, sin que la guíes a ese objetivo y que te lo cuente como quien tuvo una visión, como quien tuvo el mayor de sus logros, sin querer.. sin saber que en verdad fue uno de los grandes.
La recordaré como la que hacía todo lo que le dijéramos, sin cuestionarlo, llegando siempre 15 minutos antes, hablando sin parar, y tomando las riendas de su vida mágicamente.
Amó esta carrera, y ese don que tiene de maravillarme al mostrarme la capacidad que tienen las personas por ser mejores, por superarse, por no dejarse vencer ante los obstáculos… por vivir.

sábado, 10 de noviembre de 2012

No se si sea lo mejor tratar de pasar a palabras la extraña relación que sea dado estos días entre los dos. Creo que en realidad no hay palabras que lo puedan realmente describir, hay sensaciones que no existen en este mundo del lenguaje que hemos creado. Son demasiado sublimes para que una creación humana y superficial pudiese reflejarlo. Pero siento que debo plasmarlo, que debo registrarlo, siento que sera grande, que lo recordaremos ahora, mañana, y en muchísimos años más. Algo en mi corazón me dice que eres una de esas marcas en mi mano, que serás uno de lo que marque esta vida y las próximas, y quiero que en un tiempo más, si todo sigue su curso natural, sepas que ya lo sabía, entiendas que algo dentro mio siempre lo supo.