
Es ya una tradición en mi familia viajar al sur, específicamente ala casa de mi abuelita, a unos kilómetros de Osorno, y bueno este año no fue la excepción. Debo admitir que amo mi país, cada parte de él, y el sur no se salva… tiene una magia y un encanto que si no esta presente en mi verano no es lo mismo. Como es costumbre un dia atravesando las carreteras de nuestro país, casi mil kilómetros para llegar a ese hogar que desde que tengo memoria me acoje todos los veranos. Este año hubo algo distinto fuimos por menos dias que de costumbre, y claro el clima no nos acompaño… Nisiquiera un dia de sol, pero eso no es impedimiento para disfrutar de los encantos de mi querido país…
Una llamada cambio nuestros planes, un amigo de la familia nos llama invitandonos al bautizo de su hijo, tuvimos que adelantar unos dias nuestro viaje. El miércoles de esta semana emprendimos nuestro viaje de vuelta a nuestro hogar, pasamos a almorzar a un pequeño pueblito, Parral y luego hicimos escala en Concepción – Talcahuano, pasamos a descansar y a visitar amis tios y padrinos que allí viven, en lo que es la base naval. Estuvimos solo un dia y seguimos nuestro viaje hasta la quinta región. Un dia antes de emprender nuestro regreso un sentimiento tan fuerte me embargo al que no le encontraba explicación, pero ya entiendo… Lo unico que quería era volver, cosa extraña pues siempre solo quiero quedarme allá… Necesitaba estar en mi casa nose porque…
Y bueno, llegamos a nuestro hogar a eso d las 9 d la noche, felices de encontrar nuestra casa como siempre… Partí al cumpleaños d una amiga luego de nuestra llegada… y como de costumbre mi papá me fue a buscar al termino de este. Mi sorpresa? Veo a mi papá a los lejos, y todo el lugar empieza moverse de manera espeluznante, me subo al auto y al tratar de salir del lugar donde la gente corría sin control, un auto nos impacto por el lado, chocamos. Nos bajamos a revisar, y no partía, el caos empezo hacerse presente las llamadas… Si, un terremoto con epicentro de un lugar donde hacía muy pocas horas había estado, y donde gran e importante parte de mi familia se encontraba, bueno… se encuentra…
Me siento tan afortunada, nuestros planes era viajar ese día en la madrugada y otra sería mi realidad… Me siento afortunadísima porque estoy con mi familia en casa, bien. Y a pesar de no saber mayormente de mi familia en Talcahuano, tengo fé de que están bien… Pero de verdad no dejo de pensar en lo afortunada que soy, y al mismo tiempo no dejo de entristecerme enormemente al ver tanto desastre en mi amado sur… Pensar que el viernes a eso de las 1 de la tarde almorzaba en Parral junto a mi familia y admirabamos tan lindo pueblo. Hoy, asilado, destruido no queda nada de lo que contemplamos… Las carreteras que se hacían interminables para llegar a mi hogar, lo puentes por los que pasamos ya no existen, no están…
Es tanta la impotencia de ver tanta gente sufrir, niños que no entienden que pasa y no tienen que comer… gente que perdió absolutamente todo…olas destruyendo todo a su paso, todo que hace unas horas recorrí y disfrute… Mi querido país esta en ruinas y creo que la tristeza la compartimos todos totalmente…
MUCHAS GRACIAS A TODOS LOS QUE SE PREOCUPARON PORQUE SABÍAN QUE ANDABA POR EL SUR, DE VERDAD GRACIAS… la vida quiso que no viviera el infierno que miles de hermanos chilenos hoy viven… Fuerza a todos ellos!
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