Siempre quise una mascota, un perro, un gato, alguien a quien querer. Alguien.. pero un alguien sin maldad, alguien en quien poder confiar sin el miedo de que algun dia te pueda traicionar, pero bueno, mi madre nunca me dejo. Cuando pequeña tuve catitas, varias. Ya ni recuerdo la cantidad, pero nunca las senti tan mias, tal vez el hecho de no poder tomarlas creo una distancia que no esperaba en la relacion que creí que sería tener una mascota. Y bueno, en vista de que nunca las cuide bien, mi madre se hizo cargo y juro, y recalco con los años, que no volvería aceptar una mascota en la casa por que ella no gastaría su tiempo en cuidarla.
Hace un par de días llego Josefina a la casa. Josefina es mi ratita, es una rata de laboratorio y la salve de que en mi universidad, la utilizaran como comida para los animales del zoologico... eso es lo que hacen con las ratitas cuando no te las quieres llevar a tu casa. En la universidad, las utilizamos para hacer experimentos, y aprender las bases experimentales y de aprendizaje en psicología. Nuestro experimento no le causo daño, no les hicimos nada, que no hubieramos aceptado realizar nosotras.
Pienso que lo animales, son como personas, son como nosotros y por el hecho de que no hablen no se les debe tratar diferente...
Mi prima me envió una jaula hermosa para mi pequeña, tiene una gran casa para jugar ahora y a pesar de que no me responde se que esta contenta... me alegra que a pesar de haber jurado mi madre no aceptar otro animal en la casa, no me haya obligado.. al menos hasta el momento de sacarla de aqui.
Mi pequeña, al fin tengo una mascota, por fin una parte de mi se lleno.. y esto empieza a a tener un sentido diferente. Alguien depende de mi para comer, para estar limpiecita...
Mi pequeña, alguien a quien entregarle amor, sin miedo.
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