
Creo que las heridas entrenaron a mi corazón de una manera estúpidamente perfecta. Logró crear una armadura impenetrable para cualquier persona, para cualquier sentimiento. Tan perfecta, que ahora a pesar de que quiere asomarse y ver al resto, ya no puede ver, ya nada siente, ya no puede, por más que intente. Se sumerge en solo posibles fantasías que nunca llegan a una realidad. Y en eso estoy, entre la realidad y un espacio de tiempo que no se si algún día me perdonará.
1 comentario:
Ninguna armadura es impenetrable.
Simplemente pasara cuando menos lo esperes...Entre mas lo intentes o busques no pasara...Pasara cuando ni cuenta te des
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